Al sureste de Brasil se encuentra Río de Janeiro, la segunda ciudad más poblada del país.
Una urbe con unas características geográficas únicas, que ha crecido prácticamente incrustada en medio de una selva.
Esta peculiaridad hace que sea muy fácil pasar de las ruidosas avenidas llenas de autobuses y coches, a la paz de una naturaleza exuberante, sin necesidad de hacer grandes desplazamientos.
Paseando por Río de Janeiro
Sin duda, la forma más adecuada de disfrutar este paseo es en jeep, ya que sentirás lo maravilloso del lugar de una forma más vibrante y las vistas serán más completas.
El objetivo fundamental es adentrarse en la enorme Floresta da Tijuca, esa gran selva tropical que envuelve la ciudad y que guarda grandes sorpresas, como el Cerro del Corcovado, donde se encuentra una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno: El monumental Cristo Redentor que no te puedes perder.

¿Qué Visitar?
En Río de Janeiro es imprescindible visitar sus dos íconos, que forman el gran macizo rocoso: El Morro de Urca y el Pan de Azúcar.

Puedes usar el teleférico y subir en 3 minutos o para los que quieran llegar al primero disfrutando de la intensa vegetación y haciendo un poco de ejercicio, no hay mejor opción que subir a pie y en aproximadamente 30 minutos llegarás al fantástico mirador.
En algún punto, el camino se empina bastante y asciende por escalones construidos con troncos, tendrás que sortear raíces, ramas y hasta pequeños monos, pero una vez alcanzada la cima se puede recorrer la enorme terraza, tomar un típico refresco de açaí bien frío y disfrutar de las increíbles vistas de 360°
Finaliza el recorrido, tomando el teleférico hasta el Pan de Azúcar, desde dónde, si coincide la hora del atardecer, se puede observar una inolvidable puesta de sol que dará paso al espectáculo del encendido de las luces de la ciudad.
A partir de las 7, el descenso desde el Morro da Urca a Playa Vermelha en el teleférico es gratuito.
Las Playas de Río
Copacabana
Es difícil pensar en Brasil y no pensar inmediatamente en sus paradisiacas playas llenas de gente, así que si estás en Río de Janeiro, no dejes de visitar la famosa Playa Copacabana, donde a lo largo de la Orla, encontrarás gran cantidad de hoteles, restaurantes y bares con música en vivo, un gran ambiente y animación; así como canchas de vóley, paddle, futbol, futevoley y una enorme ciclo vía.
Ipanema
También está la Playa de Ipanema, con 2 kilómetros de costa y suave arena blanca perfecta para tomar el sol, disfrutar del mar, hacer deporte o encontrarte con la gente.
Esta al igual que Copacabana, está organizada o dividida por Postos (puestos de socorristas) y aunque se trata de la misma playa, cada Posto tiene su estilo particular y su propio tipo de visitantes.
Arpoador
Y en medio de estas dos playas, delimitada por una península de roca, está la playa del Arpoador, que aunque es pequeña, atrae a muchos visitantes por sus olas ideales para la práctica del surf y por ser uno de los mejores lugares de la ciudad para presenciar la puesta del sol, para esto te recomiendo subir a la Pedra do Arpoador, cuanto más alto mejor para contemplar el fabuloso espectáculo.
No te puedes perder
Obviamente no puedes dejar de visitar el Centro Histórico de Río para conocer un poco de su historia y entrar en la Catedral Metropolitana, caminar por el Barrio de Lapa y vivir su vida nocturna, subir por la pintoresca Escalera de Selarón y recorrer el encantador Barrio de Santa Teresa.
Este ha resurgido como un sitio bohemio y poco a poco se han instalado galerías de arte, bares y restaurantes con mucho ambiente, vale la pena usar el medio de transporte tradicional de la zona que es el tranvía amarillo mejor conocido por los cariocas como Bondinho, que ha sido ampliado y renovado para recorrer por lo alto de los Arcos de Lapa, conquistando las pronunciadas pendientes del morro de Santa Teresa y regalando a sus pasajeros unas vistas maravillosas.




